Resumen:La práctica clínica con niños nos sugiere una serie de interrogaciones: ¿Cómo hay que escuchar a los niños? ¿Qué hay que escuchar? ¿De qué manera nos encontramos con el niño? ¿Qué se puede esperar de la cura de un niño?
Responder a estas interrogantes y a otras que van surgiendo en el trabajo clínico nos pude conducir a la presunción imaginaria de que uno adquiere cierta destreza y se especializa con el tiempo en el trabajo con niños. Sin embargo, sabemos que el estatuto del saber en psicoanálisis no tiene nada que ver con el adiestramiento o la especialización, ni con la adquisición de ciertas habilidades. La acumulación de saberes no es lo que verdaderamente interesa al analista, ni es lo que garantiza su posición frente al acto analítico.