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Resumen:Introducción: Los trastornos generalizados del desarrollo (TGD) son procesos caracterizados
por presentar déficits en múltiples áreas de la conducta. El resultado son alteraciones en la
interacción social, la comunicación verbal y no verbal, y la presencia de intereses restrictivos
y repetitivos. La importancia de su diagnóstico precoz radica en la posibilidad de la intervención
temprana y su efecto en el pronóstico del paciente. Como el diagnóstico de TGD se ha
incrementado en los últimos anos, ˜ se plantea la detección de situaciones clínicas de fácil identificación
en el primer ano˜ de vida que permitan mejorar el diagnóstico y facilitar la intervención
temprana.
Pacientes e intervenciones: Se estudia a 37 pacientes con TGD y 69 controles sanos de forma
ambispectiva, a los que se les practica somatometría básica, exploraciones neurológicas y recogida
de datos de variables del cuestionario modificado para la detección de riesgo de autismo
(MCHAT).
Resultados: La proporción de varones (OR: 3,87; IC del 95%, 1,23-12,96), el retraso en los
primeros bisílabos (TGD = 20,1 ± 23 meses vs control = 10,8 ± 10,3 meses; p < 0,01), la ausencia
de contacto visual (OR: 0,05; IC del 95%, 0,01-0,29), la falta de respuesta a la llamada de
atención (OR: 0,12; IC del 95%, 0,02-0,67) y el aumento de «berrinches» (OR: 6,37; IC del 95%,
2,39-17,34) fueron significativamente superiores en el grupo con TGD.
Conclusiones: Las diferencias que hemos detectado entre ambos grupos no pueden constituir
un sistema diagnóstico de certeza en este periodo; sin embargo, creemos que deben ser considerados
signos de alarma en el contexto de retrasos madurativos de lactantes y preescolares,
a la vez que sugieren la existencia de un fenotipo precoz de TGD. |