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Resumen:En los últimos años hemos asistido a un incremento llamativo en el número de adopciones transnacionales en nuestro país, que sigue las tendencias ya existentes en otros países desarrollados europeos. A este fenómeno ha contribuido la mejora en las condiciones socioeconómicas de nuestro país, el descenso de la natalidad, con una disminución en la oferta de niños en adopción, y la desaparición de los orfanatos. Esta demanda creciente tiene salida en los países en vías de desarrollo, en los que la natalidad es todavía elevada y las posibilidades de mantener a la descendencia muy limitadas. Los niños adoptados son originarios, principalmente, de países pertenecientes a Centroamérica, América de sur, Europa del este y Asia. La patología esperable en el niño adoptado comprende tanto problemas pediátricos generales, entre los que destacan las infecciones –a menudo autóctonas del país de origen– y la desnutrición, como trastornos neuropsicológicos y de desarrollo, como el retraso psicomotor, los trastornos de comportamiento y conducta –que en ocasiones responden a conflictos adaptativos–, los problemas de comunicación –en ocasiones como expresión de un trastorno de características autistas– y los problemas derivados de las circunstancias que condicionaron la donación del niño en adopción (patología perinatal, drogadicción materna y síndrome de abstinencia, psicopatía materna, etc.). La patología, evolución y pronóstico del niño adoptado dependen de diversos factores que actúan de forma sumatoria. El país de origen es determinante del tipo de patología, en función del desarrollo del sistema sanitario, la existencia de programas de adopción regulados, etc. La edad del niño en el momento de su adopción marca la diferencia en la optimización de su desarrollo, si tiene acceso temprano a un núcleo familiar estable. La estancia previa en instituciones y su duración es un factor de riesgo para presentar patología neuropsicológica. La escasa información disponible en muchas ocasiones acerca de los antecedentes hace más difícil el anticiparse a la aparición de determinados problemas. Por último, la existencia de factores de riesgo social de las familias biológicas condiciona mayor morbilidad. Describimos una serie corta de pacientes adoptados atendidos en nuestra consulta de neuropediatría y analizamos las variables condicionantes citadas y las patologías más frecuentes. |