Resumen:Cuando hablamos de la condición de prematuro, solemos pensar en los avances de la técnica, en los niños tan pequeños cuyas vidas salvamos, pero casi nunca nos paramos a reflexionar acerca del duelo que conlleva la pérdida del embarazo o, en el caso del recién nacido, en la pérdida del cuerpo de la madre, única referencia capaz de calmar las ansiedades del nacimiento.